viernes, 1 de enero de 2010

De nuevo Tú. Cap 7

A la mañana siguiente me desperté, me duche, me vestí y baje a tomar desayuno y luego hice mi bolso para basquetbol, baje las escaleras para ir a buscar mi bici e irme a el colegio.

Cuando llegue al colegio, deje mi bici, y fui a la clase. Y como siempre saque mis cosas de la mochila, y me prepare para la clase, y como siempre espere a Eme y Mel.

Cuando llegaron me empezaron a contar, que habían visto un chico muy lindo, en la entrada del colegio y que parecía de nuestra edad.

Cuando ya llego el profesor, todos nos sentamos (Obviamente Eme, Mel y yo nos sentamos juntas), el profesor estaba por decirnos “Hola”, cuando alguien toco la puerta.

-Primer día de clase, y ya hay personas tardes.- dijo el profesor muy serio.

-Lo siento.- dijo el chico, entrando a la sala.

Pero esa voz me parecía muy conocida.

-Esta bien, pase adelante señor Aaron.- dijo el profesor.

Era…, no, no puede ser, que hacia el aquí, por que vino a MI colegio.

-María…. Maaa…. Ese…. Essss….- trato de decirme algo, pero como siempre, que esta emocionada no se le entiende.

-María, ese es el chico, de la entrada del colegio.- me dijo muy entusiasmada Mel.

-Eme, Mel, ese es Aaron, el hijo del jefe.- les dije un poco enojada y al mismo tiempo triste.

-Que ese es el estúpido.- me dijo un poco enojada Eme.

Lo único que quería, era que ese idiota, saliera de una buena vez de Mi sala, de Mi colegio y MI vida. No es que sea egoísta, pero ese tal Aaron, no me cae para nada bien.

-Tome asiento señor Aaron.- le dijo el profesor a Aaron.

-Si, enseguida.- le respondió Aaron.

Y se sentó al lado mío.

Por que a mi, por que tendría que haber venido a esta escuela si existen muchísimas mas.

Cuando termino la clase, de el profesor, nos tocaba música en otra sala así que salí corriendo a la sala, pero como de esperarse alguien me llamo.

-María espérame.- dijo Aaron casi llegando al lado mío.

-De nuevo, tú, no te basta con haberme puesto en ridículo en la fiesta ahora, me sigues.- le dije muy fría mente.

-Si te sigo, por que después de la fiesta me di cuenta, de que tu eres, mi alma gemela.- me dijo muy feliz.

-Y, otro más, con el tema.- le dije yo, cansada de escuchar, una y otra vez lo mismo.
-Mira, dime lo que dice la historia.- me dijo el.


-Que, cada cuatro generaciones, nace una niña y un niño, de distintas familias….- iba a seguir cuando el me hizo una señal de para.

-Ves, tú tienes dieciséis y yo también.- me dijo.

-Creo, que no te has dado cuenta, pero todos nuestros compañeros tienen dieciséis.- le dije con voz burlona.

-Si, pero dime, ¿Qué día naciste?.- me pregunto.
-¿Quién eres tu para que te diga que día nací?.- le dije en tono furioso.

-Solo, dime, ¡¿Cuándo naciste?!.- me dijo un poco furioso.

-Esta bien,- le dije con tono derrotada- es el 9 de Agosto.

-Ves, yo también nací, el 9 de Agosto.- me dijo un poco mas alegre.

-Si, pero aunque, aunque seamos almas gemelas, no cambian las cosas, entre tú y yo, por que tú tienes a la Barbie.- le dije un poco triste.

Me quede esperando una respuesta, pero no dijo ni pio, así que decidí ir a la clase de música. Pero antes tenia que dejar algo claro.

-Si, eso creí, eres terribles, quieres estar conmigo, pero al mismo tiempo, quieres estar con la Barbie. Bueno hasta aquí llego nuestra conversación.- le dije y salí corriendo a la clase.

Estaba entrado a la clase, cuando vi algo que me molesto demasiado.

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